Las Ciencias de la Educación se han constituido a partir de diversas influencias históricas,
culturales, sociales y económicas que determinan las formas en que éstas se ofrecen a los sujetos
educables y sociales hacia los cuales va dirigida; es por ello, que la educación no se presenta de
manera universal en todos los escenarios donde se desarrolla, por el contrario, son estos los que
definen los aportes que la educación debe realizar.
En el marco de estas influencias emergen varias ciencias y disciplinas como campos de
reflexión acerca de la educación y la formación que esta debe procurar para el desarrollo humano y
social; así, desde las prácticas educativas se conciben variedad de teorías educativas ancladas a las
disciplinas que hoy por hoy se definen como ciencias de la educación y que desde su saber particular
presentan opciones educativas.
En este sentido, la educación en la Maestría se define como un proceso de creación,
facilitador y orientador de las acciones y conocimientos mediante la interacción en un contexto de
comunicación crítica y racional. Es por ello necesario, considerar la educación, la pedagogía, la didáctica, la evaluación y el currículum como campos de estudio y prácticas significativas de
acciones sociales, que tienen toda la complejidad de ser históricas, culturales, políticas, éticas,
estéticas e interpersonales, mediadas por el lenguaje, que incluyen múltiples representaciones de los
sujetos implicados en las mismas. La concepción práctica considera la realidad educativa como
esencialmente fluida, variable, compleja, donde no hay respuestas predeterminadas, ni
relacionamientos simples, sino múltiples opciones de posibilidades de transformación de la realidad
educativa y los sujetos inmersos en ella.
Ahora bien, en esta línea de pensamiento, pensar en la educación, experiencia y el
desempeño docente, como sujeto que aporta a la transformación educativa y a la formación del
alumnado; nos obliga a pensar los conocimientos fundantes que orientan el ejercicio magisterial;
dentro de los cuales, como plantea L. Shulman (1986), se destacan saber del contenido, de didáctica,
de currículo, del contexto educativo, de la filosofía e historia de la educación, de los estudiantes, de
la disciplina que se enseña y por supuesto de pedagogía.
Es precisamente en este último saber del docente, donde se ubican las prácticas
pedagógicas, las que reflejan por supuesto, el discurso, las determinaciones y los escenarios
(Loaiza, Y., 2015) que privilegian los maestros para enfrentar su quehacer educativo; en esta
perspectiva, es un saber que tiene implicaciones teóricas y prácticas y que a su vez, devela una
imperiosa necesidad de estudiarse en profundidad y además abordarla desde procesos investigativos
que no sólo nos ubique en el plano de la reflexión; si no sobre todo de la acción, como bien lo
plantea D. Shön (1986); dado que es desde la reflexión del maestro que se pueden resignificar las
dinámicas educativas y el aporte que, desde las instituciones se logra en torno a lo que se espera de
la sociedad, las personas y el conocimiento, entre otros aspectos fundantes en los procesos
educativos.
Finalmente, este seminario sobre las ciencias de la educación pretende crear un escenario de
reflexión y aprendizaje para expresar ideas, argumentos y teorías que, desde la formación, la
experiencia y el desempeño de cada uno permitan dar cuenta de los esquemas de comprensión y
visiones del mundo educativo; así como la manera en que se ha posicionado en nuestro mundo
sociocultural. Es decir, es volver consciente lo de nuestro inconsciente, ya que poner en tela de
juicio viejos paradigmas que sostienen la idea de prácticas educativas universales de espalda a las
nuevas exigencias sociales, educativas y a la globalización, resulta inaplazable.
Skill Level: Beginner